martes, 6 de enero de 2009

anécdota del Maestro Cano

Recientemente, en el programa "Medellín al derecho y al revés" de Reinaldo Spitaletta a través de Radio Bolivariana F. M., contó el Profesor Roberto Luis Jaramillo, historiador, profesor universitario y abogado, que en una época en que el Maestro Cano tuvo una crisis económica y tuvo que irse a vivir a Bogotá, su esposa se quedó acá en Medellín y vivían cuando eso en la calle de Barbacoas, la cual era llamada comunmente como la calle del calzoncillo. Cuando él enviaba correspondencia o giros, escribía en el sobre "Fulana de Tal, calle del calzoncillo, manga izquierda".

martes, 30 de diciembre de 2008

LÍMITES DEL MEDELLIN DE 1874

"La Calle de Maturín estaba abrierta desde Niquitao  hasta la de Cúcuta.  La calle de Colombia, por el oriente, comenzaba detras de la Iglesia de San José. La calle de Caracas  se iniciaba en la hoy carrera Sucre.  La de el Perú  principiaba frente a donde está la casa de don Germán Saldarriaga.  La de Bolivar; más abajo se conocía con el nombre  de calle de Zea.  La de la Paz, entre las  carreras Bolivar y Cundinamarca, y ésta solamente solamente   entre la de Pichincha   y la de la Paz.

El resto de la ciudad y la mayoría de los barrios  que hoy conforman  la capital de Antioquia  eran mangas y solares"

Tomado de COSAS VIEJAS DE LA VILLA DE LA CANDELARIA  pag. 7

lunes, 29 de diciembre de 2008

La Villa de Nuestra Señora de La Candelaria en el Año de 1874

"En la época de mi niñez era muy pequeña la ciudad. Incluyendo las fracciones de Prado, San Cristóbal, El Poblado, Belén, La Granja ( hoy la América), La Aldea (hoy Palmitas), Hato Viejo (hoy Bello) y Aná (hoy Robledo), solo contaba con 29.765 habitantes. según el censo de 1870.
Su área urbana de sur a norte empezaba con la calle de San Juan, abierta solamente hasta el punto donde está hoy la Estación del Ferrocarril de Antioquia; de oriente a occidente se iniciaba en la carrera Giradot, que solo estaba abierta desde la calle de Pichincha hasta la de Colombia, en el punto donde existía una Casa de Huérfanos y donde está situada hoy la residencia de don Carlos Vásquez Latorre. Por el oriente llegaba hasta el río Medellín"
Tomado de "Cosas viejas de la Villa de la Candelaria". OCHOA Lisandro, Escuela Tipográfica Salesiana, Medellín 1948 Pg. 7
El principio del encuentro surge aquí, precisamente cuando nos damos cuenta que el futuro solo se puede construir desde el pasado y que las raíces son el llamado de la sangre que nos inunda. 
Hace sesenta años Medellín causó admiración por su belleza arquitectónica, y aunque evidentemente sus gentes estuvieron atravesadas por la religión y las costumbres, adoptaron los modelos propios de las ciudades europeas de la posguerra, hoy nos encontramos en una nueva guerra, la que nos enfrenta con la soledad de la globalización, la masificación de nuestras mentes y nuestras actitudes y la individualización de la intimidad, el sentimiento, la creatividad y en síntesis el pensamiento.
Los invito entonces a escribir una crónica conjunta, en la cual se enriquecerá el archivo fotográfico realizado por todos nosotros en Facebook, propongo este texto para comentarlo y leerlo por pequeñas partes, jugar con la historia entonces es otra manera de construirla.
Propongamos otros textos y recreemos este espacio con otros nuevos, escriban los suyos propios, y para finalizar, hagan uso libre de él, es de todos y para todos.
Jorge Enrique Cuéllar Agudelo